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Cuidado extra para adultos mayores en época de frío

Fecha de publicación: 03/12/2025
Última actualización: 03/12/2025

Cuidado extra para adultos mayores en época de frío

Cuando baja la temperatura, las personas adultas mayores son quienes resienten primero el cambio.
El frío no solo incomoda; puede aumentar el riesgo de caídas, infecciones respiratorias y descompensaciones de enfermedades crónicas.
Por eso, en temporada invernal es importante planear algunos cuidados extra en casa.

Esta guía reúne recomendaciones sencillas para cuidar a mamás, papás, abuelos o cualquier adulto mayor de la familia durante los días fríos.

¿Por qué el frío afecta más a los adultos mayores?

Con la edad, el cuerpo pierde parte de su capacidad para regular la temperatura.
Una persona mayor puede sentir menos el frío, pero enfriarse con mayor rapidez.
Además, suelen presentarse otros factores:

  • Problemas de circulación o del corazón.
  • Enfermedades respiratorias previas.
  • Dolor o rigidez articular que empeora con el clima frío.
  • Menor movilidad para abrigarse o desplazarse con seguridad.

Todo esto hace que un descenso de temperatura que parece moderado pueda representar un riesgo si no se toman precauciones.

Prepara la casa para los días de frío

El lugar donde la persona pasa más tiempo influye mucho en cómo vive la temporada de frío.
Ajustar algunos detalles en casa puede hacer una gran diferencia.

Temperatura estable

  • Evita corrientes de aire directas en recámaras y sala.
  • Si usas calefactores, sigue las indicaciones del fabricante y conserva buena ventilación.
  • Revisa puertas y ventanas para reducir filtraciones de aire, sin bloquear salidas de emergencia.

Prevención de caídas

  • Mejora la iluminación en pasillos, escaleras y baño.
  • Retira tapetes sueltos y cables en zonas de paso.
  • Seca de inmediato cualquier área del piso que se humedezca.

Espacios cómodos y accesibles

  • Coloca sillas firmes cerca de la cama o baño para que pueda sentarse al levantarse.
  • Ten a la mano cobijas ligeras pero abrigadoras en los lugares donde descansa.
  • Procura que los objetos de uso diario estén a una altura cómoda para evitar estirarse o agacharse de más.

Ropa y abrigo para protegerse del frío

Más que una prenda muy gruesa, lo ideal es combinar capas que se puedan quitar o poner según el clima.

  • Primera capa de algodón que mantenga la piel seca.
  • Suéter o chaleco como capa intermedia para conservar el calor.
  • Chamarra o abrigo ligero para salir al exterior o enfrentar corrientes de aire.
  • Calcetines abrigadores que no aprieten demasiado para no afectar la circulación.
  • Calzado cerrado y antiderrapante, incluso dentro de casa si el piso es frío.
  • Gorro, bufanda y guantes cuando la temperatura baje más de lo habitual.

Si la persona vive sola, puede ser útil dejar conjuntos de ropa ya preparados para que vestirse sea más sencillo.

Tratamientos y medicamentos en época de frío

Suspender un tratamiento por no querer salir al frío o por olvidar tomas puede tener consecuencias importantes en personas mayores.
Una organización básica ayuda a reducir riesgos.

  • Elabora un calendario visible con horarios y nombres de los medicamentos.
  • Utiliza pastilleros semanales para evitar confusiones cuando toma varios productos.
  • Revisa con anticipación la cantidad disponible para no quedarse sin tratamiento en los días más fríos.
  • Respeta siempre las indicaciones del profesional de la salud sobre dosis y horarios.

Si desplazarse hasta una farmacia resulta complicado, se puede valorar el uso de servicios de entrega a domicilio de medicamentos, siempre con receta cuando sea necesario y bajo supervisión médica.

Alimentación e hidratación durante el frío

En invierno es frecuente que las personas mayores beban menos líquidos y tengan menos apetito, pero el cuerpo sigue necesitando energía e hidratación.

Bebidas calientes seguras

  • Ofrece agua natural tibia, caldos o infusiones sin exceso de azúcar.
  • Consulta con el profesional de la salud si existe alguna restricción específica de líquidos.

Comidas completas y fáciles de consumir

  • Incluye verduras, frutas de temporada, cereales y fuentes de proteína según lo recomendado por su médico o nutriólogo.
  • Prefiere platillos suaves y calientes, como sopas, guisos ligeros y purés.
  • Mantén horarios relativamente fijos para evitar ayunos prolongados.

Cuidado emocional en días fríos

Menos salidas, días nublados y menor contacto social pueden influir en el estado de ánimo de las personas adultas mayores.

  • Mantén rutinas claras de descanso, alimentación y actividades dentro de casa.
  • Reserva momentos de conversación diaria, ya sea presencial o por llamada.
  • Fomenta actividades que le resulten agradables, como leer, escuchar música o realizar ejercicios suaves indicados por su médico.

Presta atención a cambios como tristeza constante, irritabilidad o falta de interés, y comenta cualquier cambio importante con un profesional de la salud.

Señales de alerta: cuándo buscar atención médica

Durante los periodos de frío es recomendable buscar ayuda profesional si la persona presenta:

  • Temblor intenso, somnolencia inusual o confusión.
  • Dificultad para respirar, dolor en el pecho o sensación de falta de aire.
  • Fiebre, escalofríos o tos persistente.
  • Caídas, golpes en la cabeza o dolor fuerte en articulaciones.
  • Hinchazón repentina en piernas, pies o manos.

Ante cualquier síntoma que preocupe, no se deben hacer ajustes por cuenta propia al tratamiento ni esperar demasiado tiempo.
Lo más seguro es contactar a un profesional de la salud o acudir a un servicio de urgencias.

Un invierno más seguro para los adultos mayores

Brindar cuidado extra para adultos mayores en frío no significa vigilarlos a cada minuto, sino crear un entorno que los proteja:
casa segura, ropa adecuada, tratamiento organizado, alimentación suficiente y acompañamiento emocional.

Un poco de planificación antes de que bajen las temperaturas puede hacer que la temporada invernal sea más cómoda y tranquila tanto para la persona mayor como para su familia.