Seguramente tú como yo, te has llegado a preguntar, ¿Que tipo de piel tengo? Lo sé, no es sencillo elegir productos como dermolimpiadores, cremas hidratantes, protectores solares o cosméticos, más cuando en las etiquetas aparecen leyendas como “Piel mixta”, “Piel grasa”, “Piel seca” o “Piel sensible” y desconocemos nuestro tipo de piel.
Pero no te preocupes, aquí estoy yo, para compartirte unos tips que te ayudarán a comprender cómo entender tu piel para darle el cuidado que necesita.
Contenidos
1. Rostro al desnudo
Tal y como su nombre lo dice, para este primer método requerimos tu rostro completamente limpio. Apóyate de un jabón neutro para no obstruir los poros y finalmente enjuaga.
Nota: Es importante que no apliques ningún otro producto sobre tu piel después de la limpieza. Queremos que la piel quede lo más «natural» posible para poder observar cómo reacciona por sí sola.
Una vez que tu rostro esté completamente seco, comenzará nuestra prueba. Deja pasar 30 minutos, y durante este tiempo, haz otras actividades: relájate, lee un libro o mira tu serie favorita. ¡Es importante ser paciente!
Cuando los 30 minutos hayan pasado, dirígete al espejo y comienza a gesticular. Sonríe, frunce el ceño, haz todas las caras que se te ocurran. Evalúa tu piel:
- Si tu rostro se siente reseco y al realizar cualquier gesto sientes que tu piel está tensa, es probable que tengas piel seca.
- Si notas un ligero brillo en la zona T (frente, nariz y barbilla), es muy probable que tu piel sea mixta o normal.
- Si además de la zona T, tus mejillas también tienen brillo, entonces es probable que tu piel sea grasa.
2. El método del papel seco
Si pensaste que el primer método era fácil, este te parecerá aún más sencillo. Solo necesitas un papel seco, limpio y sin dobladuras (puede ser un trozo de papel de baño o un pañuelo desechable). Da pequeños toques en diferentes áreas de tu rostro, sin aplicar fuerza y sin arrastrar.
Evaluación:
- Si el papel recogió poca o nada de grasa, estamos tratando con un tipo de piel seca.
- Si el papel recogió grasa principalmente en la zona T (frente, nariz y barbilla), tu piel probablemente sea normal o mixta.
- Si el papel recogió grasa en varias zonas de tu rostro, especialmente en las mejillas, entonces tu piel es grasa.
3. Test de la «tirantez»
Este ejercicio es especialmente útil para saber si tienes la piel sensible o si realmente tu piel está «seca». Después de limpiar tu rostro con agua tibia, espera unos 10 minutos y observa cómo reacciona tu piel.
- Si sientes que tu piel está tirante o picante, y no mejora con una hidratación rápida, es probable que tengas piel sensible o seca.
- Si no sientes ninguna tirantez y tu piel se siente cómoda, es probable que tengas piel mixta, normal o grasa.
Este test es ideal para distinguir entre piel sensible y otras tipos de piel. Recuerda que la piel sensible puede reaccionar ante factores ambientales o productos cosméticos, y requiere un cuidado más específico.
4. Prueba del agua fría
¿Sabías que un sencillo ejercicio con agua fría puede ayudarte a identificar si tienes piel grasa o seca? Aclara tu rostro con agua fría después de tu rutina de limpieza y observa cómo responde:
- Si tu piel se siente suave, pero no tensa después del agua fría, probablemente tengas piel normal o mixta.
- Si tu piel se siente calmada, pero algo rugosa después de mojarla, puedes tener piel seca.
- Si inmediatamente te aparece un brillo o sudor en la zona T, es probable que tengas piel grasa.
5. Observa tus poros
Otra forma de conocer tu tipo de piel es observando el tamaño de tus poros. Aquí hay un truco fácil:
- Si tus poros son visibles, especialmente en la zona T (frente, nariz y barbilla), y la piel se ve brillante, es una señal de que tienes piel grasa.
- Si tus poros son casi invisibles o apenas se notan, tu piel probablemente sea seca o mixta.
- Los poros ligeramente visibles en todo el rostro pueden indicar piel mixta o normal.
¡Ahora sí, a cuidar tu piel!
Con estos simples métodos, ahora puedes conocer mucho más sobre tu piel y escoger los productos ideales para tu tipo de piel. Ya sea que tengas piel seca, mixta, grasa o sensible, el saber cómo cuidar de tu rostro es crucial para mantenerlo saludable, hidratado y protegido.
Recuerda: Si tienes dudas o si tu piel muestra reacciones inesperadas, siempre es recomendable consultar a un especialista para obtener un diagnóstico más preciso. Conocer tu tipo de piel es esencial para elegir los productos adecuados y mantener un cuidado adecuado a largo plazo.
¡Ahora que conoces tu tipo de piel, estás lista para seleccionar los productos que mejor se adapten a tus necesidades y lograr que tu piel luzca radiante!