Óxido de zinc

Óxido de zinc qué es y para qué sirve

El óxido de zinc es una sustancia activa que se utiliza en una amplia variedad de medicamentos debido a sus propiedades beneficiosas para la piel y otras afecciones. Este compuesto químico se presenta en forma de polvo blanco y es conocido por sus propiedades astringentes, antisépticas y protectoras de la piel. El óxido de zinc se utiliza comúnmente en productos tópicos para el tratamiento de diversas afecciones de la piel, como quemaduras leves, irritaciones, dermatitis del pañal, eczema, psoriasis y heridas. Su capacidad para formar una barrera protectora sobre la piel ayuda a prevenir la irritación y promueve la cicatrización de las heridas. Además de su uso en productos tópicos, el óxido de zinc también se encuentra en algunos suplementos dietéticos y medicamentos orales. Se ha demostrado que el óxido de zinc tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que lo hace útil en el tratamiento de afecciones como la diarrea, la acidez estomacal y la dermatitis seborreica. En resumen, el óxido de zinc es una sustancia activa versátil que se utiliza en una amplia gama de productos medicinales debido a sus propiedades beneficiosas para la piel y otras afecciones. Siempre es importante seguir las indicaciones del médico o del prospecto del medicamento para garantizar su uso adecuado y seguro. Referencia: https://www.vademecum.es/principios-activos-Oxido+de+zinc-d07