Lincomicina
Lincomicina qué es y para qué sirve
La lincomicina es un antibiótico de la familia de las lincosamidas que se utiliza para tratar infecciones bacterianas en diversas partes del cuerpo. Actúa impidiendo que las bacterias produzcan proteínas necesarias para su crecimiento y reproducción, lo que ayuda a combatir la infección. Algunos de los usos más comunes de la lincomicina en medicina incluyen el tratamiento de infecciones de la piel, infecciones del tracto respiratorio, infecciones del tracto urinario, infecciones de los huesos y articulaciones, infecciones de la sangre, entre otras. Es importante seguir las indicaciones del médico y completar el tratamiento con lincomicina, incluso si los síntomas desaparecen antes, para asegurar la erradicación completa de la infección. La lincomicina se puede administrar por vía oral, intravenosa o intramuscular, dependiendo de la gravedad de la infección y la respuesta del paciente al tratamiento. Es importante tener en cuenta que la lincomicina puede causar efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, entre otros, por lo que es fundamental informar al médico si se experimenta alguna reacción adversa durante el tratamiento. Es importante destacar que la lincomicina no es efectiva contra infecciones virales como resfriados o gripe, ya que solo actúa sobre bacterias. Por lo tanto, es fundamental seguir las indicaciones del médico y no automedicarse con este antibiótico. Referencia: https://www.vademecum.es/principios-activos-lincomicina-j01ff02-1