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Árnica

Árnica qué es y para qué sirve

La árnica es una planta herbácea que se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional para tratar una variedad de dolencias. Su nombre científico es Arnica montana y es conocida por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y cicatrizantes. La árnica contiene compuestos activos como la helenalina y la dihidrohelenalina, que son responsables de sus efectos terapéuticos. Esta planta se puede encontrar en forma de pomadas, geles, cremas y tinturas, que se aplican tópicamente sobre la piel para aliviar el dolor, reducir la inflamación y acelerar la cicatrización de heridas y contusiones. Algunos de los usos más comunes de la árnica en medicina incluyen: 1. Alivio de dolores musculares y articulares: La árnica se utiliza para tratar dolores musculares, contusiones, esguinces y artritis, ya que ayuda a reducir la inflamación y el dolor en estas áreas. 2. Cicatrización de heridas: La árnica se ha demostrado que acelera el proceso de cicatrización de heridas, reduciendo la inflamación y promoviendo la regeneración de la piel. 3. Tratamiento de hematomas: La aplicación tópica de árnica en hematomas ayuda a reducir la hinchazón y el dolor, acelerando la absorción de la sangre acumulada en la zona afectada. Es importante tener en cuenta que la árnica no debe ser ingerida, ya que puede ser tóxica en grandes cantidades. Por lo tanto, se recomienda su uso exclusivamente tópico y seguir las indicaciones del producto. En resumen, la árnica es una planta con propiedades antiinflamatorias, analgésicas y cicatrizantes que se utiliza para tratar dolores musculares, articulares, hematomas y heridas. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de utilizar cualquier producto a base de árnica. Referencia: https://www.vademecum.es/principios-activos-arnica-a03ax10