La anemia es la deficiencia de glóbulos rojos en la sangre. Esta reducción de glóbulos rojos produce una carencia de hemoglobina, la cual es una sustancia presente en los glóbulos rojos y es la responsable de transportar oxígeno a todas las partes del cuerpo y llevar el dióxido de carbono a los lugares adecuados para su expulsión. Asimismo, la hemoglobina es la que le da color a la sangre.
La buena oxigenación del cuerpo es esencial para ofrecer energía a huesos, músculos y órganos.
La anemia puede ser producto de una carencia de hierro, nutrientes u otras enfermedades.
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Tipos de anemia y causas
Actualmente, se pueden clasificar varios tipos de anemia según su origen.
Anemia ferropénica
Se le llama anemia ferropénica a aquella que se da cuando no existe suficiente hierro en el cuerpo. El hierro es vital para el transporte del oxígeno a través de los glóbulos rojos.
La falta de hierro se puede dar por diversas razones:
- El cuerpo no es capaz de absorber de manera correcta el hierro.
- No se consumen suficientes alimentos con hierro.
- En caso de embarazo o lactancia, el cuerpo necesita mayor cantidad de hierro.
- Se pierden glóbulos y hierro que el cuerpo no puede reponer a tiempo.
El sangrado puede ser una causa importante para la deficiencia de hierro, la pérdida de sangre se puede dar por alteraciones gastrointestinales como úlceras o periodos menstruales muy prolongados.
Anemia hemolítica
Se refiere cuando los glóbulos rojos se destruyen antes de tiempo. De manera normal, los glóbulos rojos duran 120 días en el cuerpo. Cuando la médula ósea, un tejido blando en el centro de los huesos, no puede producir a tiempo glóbulos rojos para reemplazar a los que están muriendo, ocurre la anemia hemolítica.
La anemia hemolítica puede darse por:
- Alteraciones genéticas dentro de los glóbulos rojos.
- Una enfermedad inmunitaria, en donde el sistema inmune ataca a los propios glóbulos rojos.
- Transfusiones de sangre con un tipo de sangre no compatible.
- Infecciones.
- Estar expuesto a ciertas sustancias tóxicas.
Anemia perniciosa
Se refiere a aquella anemia que ocurre cuando los intestinos no pueden absorber de manera adecuada la vitamina B12.
Lo anterior se debe a que existe una deficiencia de una proteína llamado Factor Intrínseco, la cual ayuda a que la vitamina B12 sea absorbida por los intestinos. Al no producirse suficiente de esta proteína, se da la anemia perniciosa.
Entre las causas que existen para la deficiencia de esta proteína, están:
- Una enfermedad autoinmune en donde el sistema inmunitario ataca a la proteína o a las células del estómago que las producen.
- Existe un debilitamiento del revestimiento del estómago.
Anemia aplásica
Esta ocurre cuando la médula ósea no puede producir suficientes glóbulos rojos. Se origina por un daño a las células madre.
Esta anemia puede dar por:
- Ser expuesto a radiación o quimioterapia.
- Virus.
- Embarazo.
- Exposición o uso de sustancias tóxicas.
Síntomas de Anemia
Como hemos señalado en el apartado anterior, existen diferentes tipos de anemia, y según la que se tenga, se pueden presentar diversos síntomas. En muchas ocasiones, esta afección no presenta señales graves y puede ser enmascarada por otra enfermedad. Sin embargo, entre los síntomas más comunes están:
- Debilidad.
- Dificultad para respirar.
- Dolor en el pecho.
- Dolores de cabeza.
- Fatiga.
- Latidos del corazón irregulares.
- Manos y pies fríos.
- Mareos o aturdimiento.
- Piel pálida o amarillenta.
Tratamiento de Anemia
Según el tipo de anemia que se padezca, será el tratamiento que el médico dispondrá para el paciente. Se puede utilizar:
- Suplementos de hierro y vitamina B12, y otras vitaminas como ácido fólico.
- Medicamentos que supriman la acción del sistema inmune. Con ello, se puede garantizar que los glóbulos rojos se produzcan y sobrevivan de manera correcta.
- Trasfusiones de sangre.
Asimismo, además es bueno tener una alimentación rica en hierro, vitamina C y vitamina B12; comer carne, frutas, verduras y leguminosas ayudará a restablecer los nutrientes o a prevenir la anemia.